🍓 En un taller de Perfo.Poética pasan muchas cosas: se mueven las ideas, las emociones, los cuerpos, los lazos. Se arma trama, se escriben nuevos poemas, se canta y se baila poesía. 🎉 ¡Y mañana tenemos taller! 👀 El encuentro será en La Paternal, en la Biblioteca Florencio Sánchez, Pasaje Granada 1660. Desde las 16.30, con mucha alegría, para vibrar en clave poesía. Actividad gratuita. No te pierdas este taller. 🌻🔥🎸🦊💫⭐🎂🎈🍉💚 @perfo.poetica

📚 Presentamos ayer en la Feria del Libro De arte no entiendo nada, de Alejandro Marmo, el realizador de las Evitas de la 9 de julio, entre otras muchas esculturas de hierro y luz que hay en la ciudad (y en el mundo). ✒️ El panel fue bien diverso: se habló de economía, de política y ciudad, de arte y juventud y de cómo y por qué encarar la lectura de este voluminoso libro. 👓 Porque no se trata tanto de entender, como de sentir y hacer. Manos a la obra. 💫 Fue genial participar de este evento. Gracias @alejandromarmoart @gabriel_h_moya @editorialoctubre Y a toda la banda // Continuará 💥 Gracias @cesartildeenlae x las fotos ❣️

Día del trabajo y de las trabajadoras y los trabajadores Pero: ¿qué trabajo? En este aciago panorama de 2025, la tasa de desempleo sube cada día. INDEC midió recientemente 6,4 %, aunque los números son siempre materia de disputa. Lo indudable es que el cierre de organismos estatales, empresas y comercios acrecienta el número de personas que están en condiciones de trabajar y no encuentran dónde. Entre los que aún trabajan, la diversidad de condiciones complejiza el panorama. En Argentina, el 40% (o menos…) de les trabajadores tienen sueldo en blanco y gozan de obra social, aportes jubilatorios y los derechos que supimos adquirir en el agitado siglo XX. El resto -profesionales, docentes que facturan, comerciantes, emprendedores- se gana la paga por cuenta propia. Los modos del trabajo han cambiado bastante desde aquel furioso mayo de 1886, cuando los anarquistas de Chicago fueron ejecutados por pedir una jornada laboral de 8 horas. Muchas de las personas que trabajan a través de una app (Uber, Rappi y sitios de contratación de redactores, profesores y etcéteras, que ofrecen servicios a distancia y jefes incorpóreos) sueñan con esa jornada de 8 horas que – además de las ventajas contractuales – promueve el encuentro con colegas, plus supervalioso. Sin embargo, otrxs cuentapropistas ya no desean esa relación contractual: las nuevas formas del trabajo les han dado una libertad que no tiene precio. Ni siquiera el precio de la seguridad futura. Porque el futuro, ya sabemos, es incierto. En estos agitados días del siglo XXI, apareció, además, una nueva práctica: la autoexplotación. Los autoexplotados (que son legión) trabajan sin feriados ni domingos y, en el insomnio de cada noche, generan más trabajo. Sintetizando: la maquinaria del proletariado asalariado ha quedado en la historia. Los contratos chatarra son un lujo para quienes trabajan en negro. El home office se impone. Y los sindicatos locales han perdido el foco de representabilidad. Del anarquismo sindical a la autoexplotación, trabajadorxs de la actualidad necesitamos nuevas formas de representación y demanda sindical. ¡Salud en este día y a seguir luchando! Gabriela Baby @isauro_arancibiaok 🖼 Berni